Consiste en una exfoliación de las capas más superficiales de la piel con el fin de favorecer su sustitución por otras de mejor calidad y textura. Con esa renovación celular, se pueden tratar o eliminar imperfecciones no deseadas y obtener un tono del tejido más uniforme.
Es un tratamiento ambulatorio que consiste en aplicar un agente químico sobre la piel para renovar sus capas. Dependiendo de la sustancia utilizada se conseguirán los resultados necesarios para corregir las irregularidades en la piel.
El peeling está especialmente indicado en casos de:
Los personas que inician su tratamiento de peeling deben saber que es necesario realizar más de una sesión, aunque desde la primera sesión los cambios son notorios. Se espera una mejoría de la textura de la piel, control de poros abiertos, disminución de la intensidad de las manchas y control de acné activo, entre otros.
Cuando el tratamiento está enfocado en manchas o cicatrices que son lesiones más profundas y severas, se requieren como mínimo 4 o más sesiones que deben ir combinadas con otras técnicas.